El origen de la Hermandad de los Apóstoles y del resto de las figuras bíblicas de la Semana Santa de Baena se produce a partir de los siglos XVII y XVIII. Ya en 1744 el obispado Miguel Vicente Cebrían promulga un edicto en el que prohíbe estos personajes en la celebración baenense, entre los que se encuentran los Apóstoles.
Posteriormente, el obispado Pedro Antonio de Trevilla promulga un decreto episcopal en 1807 reiterando la prohibición de los Apóstoles y demás figuras bíblicas, además de la representación del Lavatorio. Su reorganización más reciente se produjo en 1928, al encargar la cofradía a José Bujalance Santaella, mayordomo de la misma, su recuperación. Para ello contará también con la colaboración de José Baena Rojano (secretario) y Francisco Roldán Rubio (tesorero). En su primer recorrido procesional en 1928 sólo pudieron desfilar 10 apóstoles (Pedro, Andrés, Santiago el Mayor, Juan, Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo, Santiago el Menor y Simón).
Hábito: Son 12 ropas distintas en cuanto a colorido, pero todas con una base común, que es túnica de terciopelo, capa de raso adamascado, cordones dorados en la cintura, sandalias forradas de terciopelo, careta o rostrillo con frontal ( en el que va puesto el nombre de cada uno de los Apóstoles). Colgado del cuello con un cordón dorado cada Apóstol lleva un pergamino en el que va escrito un fragmento del Credo. En el desfile del Viernes Santo cada figura porta un objeto o atributo relacionado con algún pasaje de su vida.
Número de hermanos: 13 hermanos activos más los pretendientes, llevando el más moderno el estandarte, según se recoge en el reglamento de la hermandad de 1928, y el más antiguo vestirá la ropa de San Pedro.
Actos durante el desfile procesional :A la Altura de la Cruz de Jazpe, los doce Apóstoles protagonizan la ofrenda a Jesús de Nazareno. En la calle Juan Rabadán, y una vez que Pedro abraza por tres a Jesús, hace lo mismo con el resto de Apóstoles. Cuando Matías intenta abrazar a Judas, éste niega la señal de amistad y se esconde en la turba de los Judíos.
La Hermandad de los Apóstoles participa en el Lavatorio, acto que se suspendió en 1971 y no volvió a recuperarse hasta el 16 abríl de 1987. Cada Jueves Santo tiene lugar esta simbólica representación. El cuadrillero se responsabiliza de guardar las ropas y demás elementos que integran la vestimenta de las distintas figuras. En 1929 organiza su primer miserere, que tuvo lugar el Viernes de Dolores, aunque al ser un día que también lo celebraba la Corporación de los Profetas, lo tuvo que aplazar al Domingo de Ramos. Su celebración se mantuvo hasta 1944. El 24 de abríl de 1960 se acuerda que a partir del año siguiente habrá una rotación por la cual los hermanos participarán en el lavatorio e iniciarán la procesión y los pretendientes visitarán los Sagrarios y bajarán la procesión.
SAN PEDRO Entre todos los episodios en los que Pedro aparece representado, indudablemente ha prevalecido aquel en el que Jesús le promete “las llaves del Reino de los cielos”. tanto es así que a San Pedro se le identifica, popularmente, con un par de llaves. Por el capítulo de las negaciones durante la Pasión de Cristo, es representado a a veces con la mano levantada en actitud de jurar o llorando, también junto con un gallo. Una tradición antiquísima y bien documentada señala que Pedro estableció su sede en Roma, donde sufrió el martirio en tiempos de Nerón. Fue condenado al suplicio de la Cruz, pero considerándose indigno de ser crucificado como su Maestro, pidió ser clavado cabeza abajo. De allí otra típica representación del apóstol y su atributo típico de una cruz dada la vuelta. Excavaciones recientes (mediados del siglo XX) confirmar la presencia de la tumba de Pedro precisamente debajo del maravilloso Altar de la Confesión de la Basílica de San Pedro.
SAN ANDRÉS El articulo más popular de San Andrés es la cruz en forma de X y que tomó el nombre de cruz de San Andrés. También se la llamaba cruz de Borgoña, porque en 1433, el duque Felipe el bueno, habiendo recibido en Constantinopla un fragmento de la cruz que se habría empleado en la crucifixión del apóstol en Patras, la convirtió en insignia de su orden del Toisón de Oro. Esta tradición no se apoya en texto alguno. De hecho, el arte cristiano de la Edad Media vaciló mucho tiempo antes de adoptar la cruz en forma de X como atributo de San Andrés. Hasta el siglo XV la mayoría de las veces se le representa crucificado en una cruz normal. Algunas veces usa como segundo atributo una red llena de peces. Las escenas más representadas son su vocación, la expulsión de siete demonios en forma de perros en la ciudad de Nicea, el milagro del incendio sofocado en Tesalónica, la flagelación, su conducción al martirio, su crucifixión, el descendimiento de su cuerpo, su enterramiento y un milagro póstumo por el cual se apareció a un obispo para liberarlo de la tentación del demonio.
SANTIOGO EL MAYOR Santiago suele ser representado juntamente con las vestimentas típicas de un peregrino: apoyado en un bastón o “bordón”, cargando una mochila o “zurrón”, y llevando un sombrero de alas anchas tocado por una conchilla de vieira (“venera”) boca abajo. Otra forma clásica de representación de Santiago Apóstol es como jinete de un caballo blanco en la batalla de Clavijo (en el año 843) con la llamada “cruz de Santiago” y portando una espada. También la espada es un atributo de Santiago porque se supone que murió decapitado. Innumerables episodios de su vida (de origen bíblico o legendario) han sido representados en la iconografía, sobre todo en los países hispanos, donde la devoción a Santiago el Mayor y su popularidad han sido extraordinarias desde la Edad Media.
SAN JUAN La iconografía de San Juan ofrece dos tipos muy diferentes: joven e imberbe o con los rasgos de un anciano de barba blanca. Sus atributos más constantes y característicos son el águila, la copa de veneno, el caldero de aceite hirviente y la palma del Paraíso. A título de autor de un evangelio tiene como atributo un águila que se sirve de pupitre o le presenta un tintero en el pico. En las miniaturas carolingias, a veces él mismo está representado con cabeza de águila. En los ciclos de los apóstoles tiene como emblema la copa envenenada, de la que escapa el veneno. El atributo de la copa envenenada apareció tardíamente, en el siglo XIII. La copa envenenada con frecuencia tiene la forma de un cáliz donde, en lugar del dragón, encima del recipiente se representa una hostia. La palma que sostiene San Juan no es la del martirio, sino la que un ángel la habría llevado a la Virgen y que esta, en su lecho de muerte, le confió para que la llevase ante su féretro en el funeral. No es un atributo constante, como la copa, sino ocasional, reservando a tres temas: el tránsito, el enterramiento y la Asunción de la virgen.
SAN FELIPE La tradición lo presenta como evangelizador de Figia o escitia, situando su tumba en Hierápolis. Una leyenda cuenta que los paganos querían obligarlo a hacer un sacrificio a una estatua de Marte, pero un dragón, colocado bajo el pedestal, mata con su aliento al sacerdote que ordena el sacrificio y a dos soldados. Felipe, apiadado de ellos, pone en fuga al dragón y resucita a los tres muertos. La tradición cuenta asimismo que murió crucificado tras haber sido lapidado. Se lo suele representar llevando una cruz en forma de “T”. Instrumento con el que, según la leyenda, obró durante su vida muchos milagros. También se suele representar su crucifixión.
SAN BARTOLOMÉ Su martirio le valió el patronazgo de todas las corporaciones que se ocupaban de la preparación de pieles y manufactura o empleo del cuero, carniceros, curtidores, zurradores, guanteros, encuadernadore También tenía prestigio como santo curador. Se lo invocaba contra los espasmos, convulsiones y enfermedades nerviosas en general. Se lo representa tanto cubierto, como despojado de su piel. sus atributos son, el en primer caso, el cuchillo grande con el que lo desollaron. En el segundo caso, su propia piel suspendida del brazo. En la pintura española tiene, además, un demonio encadenado.
SAN MATEO El tipo iconográfico de San Mateo es triple, puesto que se lo representa como publicano, como apóstol y como evangelista. De ahí que se le adjudicaran tres series de atributos.Como publicano lleva una bolsa, o balanzas para pesar oro. Como Apóstol para indicar su conversión, pisotea un saco del cual salen monedas. el instrumento de su martirio es una lanza o una alabarda. como evangelista, tiene por símbolo un ángel. Las escenas más representadas son la vocación, la cena en casa de Leví (primer nombre de San Mateo), sus milagros y su martirio.
SANTO TOMÁS Sus atributos característicos son el cinturón de la virgen, una escuadra de arquitecto y la lanza que fue el instrumento de su martirio. A partir del siglo XVII la escuadra prácticamente desaparece. Las escenas más frecuentemente representadas son la de su incredulidad ante la aparición de Cristo resucitado, aquella en que recibe el cinturón de la virgen y los distintos prodigios obrados en la India.El tema del cinturón de la virgen es la continuación de su incredulidad. Como dudará también de la resurrección de María ésta deja caer su cinturón desde el cielo.
SANTIAGO EL MENOR Se dan datos bíblicos de carácter legendario para definir sus atributos iconográficos. como era “hermano” del Señor, es decir, primo o pariente cercano, se lo representa con rasgos parecidos a los de Cristo. Otra tradición se refiere a su muerte. Cuando estaba predicando el Evangelio cerca del Templo de Jerusalén es arrojado de allí ( o desde el pináculo del templo ) por orden del sumo sacerdote. Santiago sobrevive, pero es lapidado y rematado por un batanero, que le aplasta el cráneo de un mazazo. Este episodio le vale su principal atributo que es una maza de batanero.
SAN SIMÓN En los evangelios sinópticos está motejado el cananita o el zelote. Tanto en la leyenda como en la iconografía está asociado con el apóstol san Judas Tadeo. Ambos habrían aportado al rey Abgar de Edesa una carta y una imagen de Cristo. después de discutir con magos pesas, derribaron sus ídolos y fueron degollados. Según otra versión transmitida por el Pseudo Abdías y la Leyenda dorada, San Simón habría sido cortado en dos con una sierra. Su atributo habitual es una sierra, siendo la escena de su martirio la más reproducida por el arte.
SAN TADEO El Apóstol Tadeo figura en el evangelio como uno de los más callados y humildes del colegio apostólico. Cuando Cristo lo invitó a seguirle lo hizo sin titubear y a partir de entonces nada ni nadie lo apartó del Gran Maestro. Se lo representa a veces con una imagen de Cristo en el pecho a causa con el parentesco con el Señor de quién según la leyenda era muy parecido. Otro atributo más clásico es la maza supuesto instrumento de su martirio. Refiere la tradición que Tadeo y Simón sufrieron martirio en Suanis, ciudad de Persia, donde habían trabajado como misioneros. A Tadeo le dieron muerte con una cachiporra. Por eso, se le representa con una porra sobre la cabeza. Luego, le cortaron la cabeza con un hacha. Trasladaron su cuerpo a roma y sus restos se veneran ahora en la Basílica de San Pedro (hasta el Siglo XIV se lo representaba con espada, alabarda y hacha).
SAN MATÍAS Matías fue elegido por los Once, encabezados por Pedro, “para desempeñar el ministerio del apostolado2, en el lugar “dejado por Judas. Pedro después de este episodio Matías no vuelve a ser mencionado y nada sabemos a ciencia cierta de su vida. Según la tradición fue hecho prisionero por antropófagos, cegado, curado y liberado por Andrés y finalmente decapitado. Esas leyendas le han valido diversos atributos: espada, alabarda, piedras, cruz y hacha, ésta última ha prevalecido en general.
Cuadrillero D. Recaredo Aguilar Pérez
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